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Seguro que no tenemos que esforzarnos mucho en convencerte de lo increíble que es nuestro hotel de cinco estrellas Palais Namaskar, ubicado en Marrakech. La majestuosidad del edificio y sus asombrosos espacios, donde se ha pulido hasta el más mínimo detalle, saltan a la vista, pero ¿sabes cuál es la historia de este impresionante palacio? Dedicamos el post de hoy a contarte su historia y sus secretos y, por qué no, también a destacar lo maravilloso que es este hotel.

Palais Namaskar, un joya en Marrakech

Su historia. Este imponente complejo no fue concebido como un hotel, sino como un lugar que el empresario millonario Philippe Soullier creó para alojar a sus amigos y hacer fiestas privadas, buscando en todo momento el bienestar y la intimidad de sus allegados. Por este último motivo, si alguna vez te has alojado en el hotel, te habrás dado cuenta de que aún cuando el hotel está lleno, tienes la sensación de tenerlo solo para ti.

Arquitectura. La mayoría de hoteles de Marrakech se han establecido en riads, antiguas casas tradicionales marroquís en las que habitaban familias de alto rango social, en cuyo exterior solo podemos ver una pared alta y sencilla, ya que reservan todo el esplendor para los interiores. En cambio, el Palais Namaskar fue diseñado con toques de arquitectura morisca, balinesa y asiática, dejando entrever buena parte de su esplendor y belleza ya desde el exterior. Entre sus paredes interiores podemos ver como la luz, el aire y los espacios amplios, han sido esenciales en su concepción arquitectónica. Todas las habitaciones, suites, villas y palacios cuentan con grandes ventanales que dejan pasar luz natural y dan sensación de claridad y espacio, los techos de cada estancia cuentan con al menos 3 metros de alto, permitiendo que el aire circule, un aspecto esencial en una ciudad que puede llegar a ser especialmente calurosa.

Cuando el feng shui se apropia del lugar. Todo el palacio ha sido diseñado siguiendo los preceptos del feng shui (que significa literalmente viento y agua), un antiguo método chino de diseño de casas, interiores e incluso ciudades, que cuenta con miles de años de antigüedad. Se remonta a tiempos en los que las familias tenían que identificar lugares seguros para establecerse, así como las mejores zonas para cosechar y mantener al ganado. Tiempo después evolucionó hacia el concepto actual, que se basa en la observación al detalle de la naturaleza y el hábitat creado por el hombre, para lograr una ocupación consciente y armónica del espacio. Paralelamente, ha empezado a entenderse como la influencia de la energía de la tierra en el entorno y la manera en que esto afecta a las personas. El agua, uno de los cinco elementos del feng shui, está presente en todo el recinto: de sus 5 hectáreas de jardín, 1,5 son ríos y lagos, cada habitación cuenta con una piscina privada o un pequeño estanque con agua siempre en movimiento, de manera que fluya la energía.

El poder del número 8. En la totalidad del complejo se puede apreciar la presencia de este número, símbolo de la infinidad y uno de los pilares del feng shui, siendo, además, el número de la suerte en la cultura china. Sus arcos tienen 8 secciones, puede verse en el logo del hotel, en los pomos de las puertas que tienen forjado el logo y en el reflejo del logo en las lámparas. En 2012, cuando tuvo lugar la apertura del hotel, todos los precios finalizaban en 8, pero fue necesario cambiarlos debido a que complicaban la facturación.

Ahora que conoces aún mejor nuestro increíble Palais Namaskar, seguro que estás deseando venir a desconectar y a conocer todos sus secretos. El hotel, que ya transmite infinidad de paz y tranquilidad de por sí, además está equipado con un fantástico SPA y ofrece clases de yoga en su gimnasio. Un oasis de desconexión que contrasta enormemente con la vibrante ciudad de Marrakech en la que se ubica. Si reservas con 30 días de antelación en nuestra página web, podrás beneficiarte de una estupenda promoción que incluye un 20% de descuento, desayuno inglés y, si reservas una junior suite, tendrás incluidos los transfers del aeropuerto. ¿Te vienes?